Vera Jayne Palmer (Bryn Mawr, Pennsylvania, 19 de abril de 1933 — 29 de junio de 1967), conocida como Jayne Mansfield, fue una espectacular actriz estadounidense de teatro y cine.
Rubia platino como Marilyn Monroe, Mansfield fue asimismo Playmate de la revista Playboy, en febrero de 1955, aunque siguió apareciendo en dicha revista a lo largo de los años. Obtuvo los premios Theatre World Award, Golden Globe y Golden Laurel, al protagonizar algunos filmes de gran popularidad en su momento. En ellos siempre quedaban recalcados su cabello platino, su figura rotunda y su prominente busto.
*Algunas envidias y peleas le granjearon sus atrevidos modelos y su exacerbada sensualidad, en esta foto tenemos a una bien dotada Sofia Loren calculando mientras mira de reojo cuanto mas pecho podria enseñar Jayne sin que se le salieran los pezones.
Si bien su carrera fue corta, obtuvo grandes éxitos de taquilla. Al disminuir en los años 60 la demanda de actrices rubias de su estilo, Mansfield fue relegada a comedias y melodramas de segundo orden, pero siguió conservando toda su popularidad, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, apareciendo en todo tipo de medios de comunicación, incluyendo la televisión, publicidad, revistas, etc. También obtuvo grandes ganancias con sus giras por los night clubs de toda Norteamérica.
La actriz estuvo casada tres veces y tuvo cinco hijos. Se le atribuyen, además, numerosos romances, por ejemplo con los políticos Robert F. Kennedy y John F. Kennedy, y otros hombres, como Claude Terrail, propietario de un restaurante parisino, y el "playboy" brasileño Jorge Guinle.
EL DRAMATICO FINAL DE LA RUBIA EXPLOSIVA:
Jayne Mansfield murió en 1967, al estrellarse el automóvil en que viajaba con la trasera de un trailer, en una autopista del estado de Mississippi. La actriz tenía 34 años. Iba acompañada por su chófer, por su último amante, el abogado Sam Brody (ambos murieron), y por varios de sus hijos; éstos, al viajar en el asiento trasero, sólo sufrieron lesiones de escasa consideración.
AQUI COMIENZA LA LEYENDA DE ESTA ACTRIZ, AL IGUAL QUE JAMES DEAN Y OTROS TANTOS GUAPOS DESAPARECIDOS REPENTINAMENTE LOS RUMORES E INFUNDIOS SE CONVIRTIERON EN LEYENDAS OFICIALES DE SU MUERTE, TODO ESTO ADEREZADO CON LA PRESENCIA DEL CARISMATICO Y MISTERIOSO ANTON LAVEY
1ª VERSION:
La relación previa de la actriz con el fundador de la Iglesia de Satán, Antón LaVey, dio lugar a una diabólica leyenda hollywoodiense en la cual resulta imposible separar realidad, chismorreo y manipulación publicitaria. Un personaje brilla con luz (u oscuridad) propia en su trama, y no es otro que Antón Szandor LaVey, inteligente y mefistofélico mago del autobombo que durante los años 60 y 70 convirtió al satanismo en religión frecuentada por la beautiful people.
Todo comienza en noviembre de 1966, cuando Jayne Mansfield y Sam Brody visitan la mansión de Antón LaVey en San Francisco. La casa, a la vez templo y estrafalario museo de lo oculto, tenía siempre las puertas abiertas para los visitantes, sobre todo para aquellos que pertenecían al mundo de la farándula y, por tanto, podían reportar publicidad positiva al culto. Según la leyenda, LaVey y Mansfield sintieron una atracción física mutua desde el mismo instante en que ella traspasó el umbral de la mansión.
Al igual que hacía habitualmente, LaVey mostró a los dos invitados su colección de grimorios, amuletos y reliquias. Podemos imaginar al brujo, ya de por sí aficionado a irónicos despliegues teatrales, haciendo una exhibición de conocimientos esotéricos para impresionar a la actriz; a esta riendo con ingenuidad (fingida) ante los galanteos del satanista; y, en último lugar, a su novio a punto de salirle humo por las orejas.
*Algunas imagenes de la juventud de la actriz y sex symbol de la epoca, cuantos sueños lubricos adolescentes debio de protagonizar.
Como especial deferencia hacia la pareja, el mago les enseñó su altar privado, en donde se alzaban unas velas negras que, según les aseguró, dejaban maldito a cualquiera que las tocara. Sólo podían usarlas sin peligro el diablo o su representante directo sobre la tierra (o sea, él). Brody, quien, celos aparte, consideraba todo lo esotérico pura charlatanería, se había pasado la tarde remachando las explicaciones de LaVey con comentarios burlones. En ese momento, decidió tocarle un poco más las narices encendiendo las velas. Anton LaVey estalló en cólera fría: con voz solemne, predijo al abogado que antes de un año moriría víctima de la maldición, y además en un accidente de tráfico, aprovechando de paso para advertir a la actriz de que lo mejor sería que no viajara más acompañada por él. Con esta tensa escena terminó la primera visita de Jayne Mansfield a la mansión LaVey.
*Oppss, La respuesta a la pregunta de Sofia Loren.
Durante los meses siguientes la actriz volvería otras veces, implicándose cada vez más en las actividades de la Iglesia de Satán, para alborozo de LaVey y enfado de Brody. Sin embargo, pequeñas desgracias comenzaron a rondar a la pareja, incluyendo dos accidentes leves de tráfico, como para recordarles que, a pesar de todo, la maldición seguía activa.
*El estado en el que quedo la parte delantera del vehículo no presagiaba nada bueno sobre los ocupantes del coche, la sorpresa fue sentada en el asiento trasero.
Llegamos así a esa autopista 90, entre Biloxi y Nueva Orleans. Es el 28 de junio de 1967, Brody y Mansfield viajan acompañados por los tres hijos de la actriz y un joven chofer. A miles de kilómetros de allí, LaVey está en su despacho recortando una fotografía de periódico en la que aparece él llevando flores a la tumba de Marilyn Monroe. Al volver la página, se da cuenta de que al otro lado hay una foto de Jayne Mansfield, a la que casualmente acaba de cortar la cabeza con las tijeras. En ese preciso instante, el coche en el que viaja Mansfield choca contra un camión estacionado. La colisión es tan brutal que el capó del coche sale disparado hacia atrás, decapitando a la actriz. Sam Brody y el chofer mueren también en el acto, mientras que los tres niños quedan milagrosamente ilesos.
2ª VERSION: Similar a la primera en el final varia la responsabilidad por las muertes de LaVey a la mismísima Mansfield, cuestion de credibilidad.
Jayne Mansfield, de acuerdo con la leyenda, murió decapitada por el parabrisas de su coche en el consabido accidente. Parece ser que en esta versión fue Mansfield la que habría pedido a LaVey que impusiera una mortal maldición a su novio, Sam Brody, del que debía de estar harta de celos y cuernos. El sortilegio como en la versión anterior surtió efecto y Brody se mató cuando su coche se empotró contra un trailer. Su acompañante ese día murió también, pues era la propia Jayne Mansfield. Los costes de tratar con la variante negra de la magia son enormes, mas que los pechos de esta actriz.
ESPERO QUE HAYAIS APRENDIDO A NO JUGAR CON LA MAGIA NEGRA EN VANO Y QUE SI NO TIENES UN BUEN PAR DE... NO DEBERIAS LLEVAR SEMEJANTES ESCOTES.
¡BUENA CAZA DESDE EL CEMENTERIO DE CELEBRITIES!.
2 comentarios:
COÑO ESTA BUENA HASTA SIN LA PUTA CABEZA...LO CUAL ME RECUERDA AQUEL CHISTE DEL TIO QUE LGO EN LA VIA DEL TREN JJJJJJJJJJJJJJJJ
jejeje pero que bestia eres manito... te veo el sabado birras mediante asi que no te pases el viernes que luego no eres ni pseudopodo. ¡Pero si que estaba buena si!
Publicar un comentario